Los artesanos landeses y bearneses que elaboran estas exquisitas conservas, siguen unas recetas transmitidas de generación en generación, descubriéndonos así el Sudoeste francés en toda su finura: un momento único para compartir. Los foies gras elegidos son elaborados con foies trabajados en frío, procedentes de patos rústicos criados en parque colectivo durante un mínimo de 14 semanas y cebados al maíz: El resultado final es inconfundible. Aconsejamos servir el foie gras y sus derivados con un buen pan, un vino blanco dulce y según los gustos con gelatina de pimienta de Ezpeleta o un poco de mermelada de higos.

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